Este ramo ha sido una experiencia muy grata dentro de la universidad y sin duda me ha llevado a tener un crecimiento personal importante. Recuerdo que al comienzo, muchas cosas me daban vergüenza, ya que siempre he sido una persona un poco tímida. A lo largo de las clases, fui adquiriendo esta mentalidad de que nada es tan serio y me gustaba mucho asistir a las clases. Incluso lo veía como un momento de distensión, de salir de la rutina y de la seriedad del resto del entorno académico. Durante el semestre logré soltarme y perder la vergüenza, ya que el ambiente era muy acogedor y todos eran muy simpáticos. Esta es una de las cosas que más destaco del curso: que a medida que avanza el curso, las otras personas se sienten menos como compañeros y más como amigos. Disfrute mucho riendo de los chistes, comentarios y la competitividad que se genera sube muchos los ánimos. Realizar esta bitácora fue como darle un cierre a este curso, recordando los juegos, dinámicas y aplausos que hemos hecho desde el inicio. Fue de alguna manera volver a esos recuerdos y poder ver lo mucho que me ha aportado este curso. Por otro lado, tuve la oportunidad de aprender sobre la importancia de los juegos y la recreación en la formación que tenemos desde niños. Muchos juegos o dinámicas me llevaron directo a mi infancia, a recuerdos que siento que había olvidado sobre estar en el colegio. Me gustó mucho poder analizar la importancia de los juegos, como cuando clasificamos que valor tiene, como social, físico u otros, y luego reflexionar como me ayudó un juego en la infancia sin siquiera saberlo. En este sentido, compartir con los compañeros, perder la vergüenza y volver a jugar como si fuéramos niños, fue una experiencia distinta y que valoro mucho. Sin duda recomendaría este ramo a otras personas, ya que creo que hay mucho que aprender y que ayuda a salir de la rutina.